Endimión, humano pastor bendecido por Zeus con la vida eterna, sólo despierta de su sueño durante la noche, cuando Selene, diosa lunar encargada de iluminar la oscuridad de nuestra especie, le visita para satisfacer en el terrenal lecho sus más íntimos anhelos. Se me antoja que desde 384.400 kilómetros de altura también el faro de Jandía podría resultar lo suficientemente alto, luminoso y atractivo como para converetirse en objeto de deseo de tan dulce diosa.
Lo cierto es que los descentientes de Eva siempre hemos despertado un especial interes a los vecinos del Olimpo que decidieron crearnos para su goce y disfrute ante el nivel de aburrimiento que implica tanta perfección.¿Por qué no imitarlos?, y crear por nuestra cuenta manipulables humanitos con los que dar rienda suelta a nuestras más profundas perveciones.
FARO DE JANDIA 2007. ZUIKO 11´22MM 2.8
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